El pasado jueves 18 de abril, casi cuatrocientos asistentes –magistrados/as, funcionarios/as e integrantes de poderes judiciales de Iberoamérica- participaron de esta actividad virtual que se enmarca en el eje de Niñez y Adolescencia que lleva adelante la Red Iberoamericana de Escuelas Judiciales (RIAEJ), a través del Instituto REFLEJAR y el Centro de Estudios Judiciales del Uruguay (CEJU).
En esta oportunidad, el acto de apertura estuvo a cargo de la señora Presidenta de REFLEJAR, Dra. Claudia Mizawak; la Directora del Centro de Estudios Judiciales del Uruguay, Dra. Verónica Scavone, con la participación especial del Dr. Jorge Jimenez Martín, Magistrado-Juez de Menores de España. Las exposiciones estuvieron a cargo de Sandra Romero -Psiquiatra de Uruguay, Soledad Molina – Psicóloga de Neuquén y Lucas Malano -Médico de Neuquén; y la moderación a cargo de la Dra. Laura Sunhary, Jueza de Uruguay; y el cierre a cargo del Dr. Germán Busamia, Vocal de REFLEJAR y Ministro del Superior Tribunal de Justicia de Neuquén.
El Ciclo de formación de habilidades socioemocionales, que comenzó en el año 2023, se estructuró en tres encuentros: el primero abordó el tema ¿Cuáles son las herramientas que necesitan jueces y juezas que trabajan con Niñez y Adolescencia?, el segundo “La relevancia de la formación en habilidades socioemocionales para jueces y juezas” y el último ¿Cuáles son las herramientas que necesitan jueces y juezas que trabajan con Niñez y Adolescencia? Cuidamos al cuidador?. Cabe destacar que podrán acceder al material audiovisual mediante nuestro canal de Youtube.
El 30 de noviembre de 2023, se realizó el segundo de los tres encuentros formativos sobre las habilidades socioemocionales de integrantes de poderes judiciales que trabajan con niñeces y adolescencias. Organizado por el Instituto Reflejar de las provincias argentinas y el Centro de Estudios Judiciales del Uruguay, quienes coordinan desde 2020 el Eje Niñez y Adolescencia, para RIAEJ, la Red Iberoamericana de Escuelas Judiciales. Más de cien operadores/as judiciales, jueces/as, defensores/as y fiscales en materia de niñez y adolescencia, de diferentes países, fueron parte de espacio. La secretaria académica adjunta de Reflejar, Rosario Augé, inició presentando el marco institucional de la realización del Conversatorio sobre: “Comunicación efectiva. ¿Cómo y desde qué lugar interrogamos? La capacidad de escucha y el manejo de las emociones propias y ajenas”, como parte de la serie de actividades formativas para toda la comunidad iberoamericana, con la colaboración de otras escuelas judiciales que integran la red, y gracias a la secretaría general de la RIAEJ. La Dra. Verónica Scavone, directora del CEJU, a cargo de la apertura de este encuentro, recordó que la iniciativa integra “el ciclo de charlas, con un eje orientador: reflexionar sobre cuáles son las habilidades en las que necesitamos fortalecer a operadores/as judiciales que trabajan con niños/as y adolescentes; centrados en habilidades emocionales, éticas, de resolución de problemas, comunicacionales, liderazgo y trabajo en equipo”. Scavone anunció para abril de 2024 el tercer encuentro centrado “en los/as operadores/as judiciales para pensar en quién cuida al cuidador”. “Espero que este espacio nos deje reflexionando y repensando nuestras prácticas cotidianas” señaló para comenzar el encuentro. La moderación del encuentro estuvo a cargo de Carlos Noble, juez de paz departamental de Cerro Largo, Uruguay, quien al presentar a los expositores, instó a “dejar de lado en la medida de lo posible cuestiones técnicas y procesales para pensar en las habilidades que tenemos que trabajar para mejorar nuestra capacidad de escucha”. Con aportes personales, guió el espacio de debate al finalizar los expositores. Al finalizar el encuentro y para cerrar el mismo, Claudia Mizawak, presidenta de REFLEJAR, destacó la importancia de la iniciativa, y también de “las tareas a realizar”. “No tienen sentido las capacitaciones si no sirven para mejorar el servicio de justicia. En definitiva, eso es lo que queremos”, concluyó. Los expositores Pablo Barbirotto, juez penal juvenil de Entre Ríos, expuso sobre el proceso penal que involucra a adolescentes. “La forma en que nos comunicamos, el discurso jurídico en general tiende a ser extenso, plagado de dogmática, latinazgos, información que si bien es útil en ocasiones puede ser sobreabundante. Todo esto convierte al rito judicial en algo de difícil comprensión para el ciudadano común, y ni hablar para un/a adolescente, que muchas veces se encuentra con grandes vulnerabilidades”, describió. Hizo hincapié en revalorizar “el derecho a ser oído”, que, agregó “no se limita sólo al ser escuchado” y es “clave para hacer realidad la participación efectiva de las/os adolescentes imputados”; y destacó la importancia de los/as “jueces/as especializados, con un perfil especial” para el abordaje de esta problemática. Finalmente ofreció recomendaciones para el desarrollo de la audiencia penal que involucra a NNA, mediante ejemplos de prácticas concretas, y concluyó: “la capacidad de escucha es un proceso continuo si es que aspiramos a que un/a adolescente tenga un juicio justo”. Virginia Berlinerblau, perito psiquiatra de la CSJN Argentina, coincidió en la importancia de escuchar al niño/a de manera adecuada, desterrar prejuicios e incorporar enfoque de género y de infancia en el trabajo profesional, para visibilizar asimetrías y minimizar ideas estereotipadas “que perpetúan desigualdades ante la ley”. “Hay discursos totalitarios acerca de la adolescencia que los convierten en una patología. Y que, al generalizar, desdibujan particularismos. Lo que conlleva riesgos que inciden en los modos de operar sobre ellos”, afirmó la especialista, quien concluyó que los/as adolescentes con problemas penales “necesitan apoyo y ayuda especializada (para) minimizar, así, el daño a la trama social”. Hizo incapié en la importancia de la construcción definitiva del sujeto adolescente que ha cometido un delito, mediante el reconocimiento de sus conductas. Por último, Mariela Solari, docente de UCUDAL, y directora de la Unidad de víctimas y testigos de la FGN, Uruguay, centró su intervención en el modo en que los/as operadores se comunican con los NNA para invitar a los/as asistentes a “tratar de pensar cuál es el trato que damos a NNA cuando transitan por el sistema de justicia”, y “cuando pensamos que le dimos un buen trato, tanto en el lugar de víctima, como en el de ofensor, hacernos la pregunta: si fuera nuestro hijo o familiar, ¿ese sería el trato que consideramos digno? Para enfocarse luego en reflexionar en torno al abordaje de la complejidad de la dinámica de trabajo de operadores/as en esta tarea. Terminó examinando las emociones que se producen en las intervenciones judiciales, y a cómo manejarlas de modo adecuado para tener empatía sin perder objetividad.
El pasado jueves 19 de octubre, casi cuatrocientos asistentes –magistrados/as, funcionarios/as e integrantes de poderes judiciales de Iberoamérica- participaron de esta actividad virtual que se enmarca en el eje de Niñez y Adolescencia que lleva adelante la Red Iberoamericana de Escuelas Judiciales (RIAEJ), a través del Instituto Reflejar y el Centro de Estudios Judiciales del Uruguay (CEJU). Se trata de un ciclo de formación de habilidades socioemocionales que en su primer encuentro abordó el tema ¿Cuáles son las herramientas que necesitan jueces y juezas que trabajan con Niñez y Adolescencia?
La actividad contó con la participación de la presidenta de JUFEJUS, María del Carmen Bataíni quien celebró la concreción del ciclo “que hace a la esencia de las personas y a los cambios que debemos afrontar”. También estuvo en la apertura Doris Morales, presidenta de la Corte de Justicia de Uruguay, quien afirmó: “Deben reforzarse las habilidades para resolver conflictos y a la vez tener en cuenta que los asuntos en esta materia necesariamente requieren de un abordaje emocional”. Por su parte, Verónica Scavone Bernadet, directora del CEJU, sintetizó el objetivo del encuentro: “No nos basta con saber derecho. El conocimiento jurídico es condición indispensable pero no suficiente. Un buen operador jurídico tiene que detectar vulnerabilidades, establecer las causas y trabajar en consecuencia”.
El encuentro
La actividad comenzó con la disertación de Clara Carulla, de la Escuela Judicial de España, quien compartió la experiencia de formación que lleva adelante esa institución en la que “los/as jueces/as son formados/as en habilidades para tratar con NNA que no se limitan a una mera aplicación práctica y directa del mero ordenamiento jurídico”. Al respecto afirmó que la incorporación de habilidades de gestión emocional “permite distinguir a un/a buen/a juez/a”.
“Queremos transmitir que hay que atreverse a salir del despacho y conectar con NNA, saber cómo congeniar con ellos. Ser capaces de sacar las habilidades emocionales”, aseveró.
Luego, en su rol de moderadora, Andrea Lorenzo, jueza de familia en Uruguay, dio lugar a las siguientes tres expositoras. Virginia Ginares, jueza de familia en Uruguay, se refirió a los factores que predominan en la evaluación del desempeño de un/a magistrado/a: “Las habilidades emocionales son necesarias, pero nos califican en los aspectos jurídicos, que es donde nos sentimos más seguros. Es más sencillo leer los libros, aplicar la ley a un caso concreto”. Luego agregó: “Cuando se pide que no existan estereotipos en una sentencia, se piden habilidades que no refieren al manejo de la norma jurídica. Valorar eso es el gran desafío que tenemos”.
“Hay que empezar a formar equipos docentes que privilegien la detección de esas habilidades aprendidas y el aprovechamiento práctico en el trabajo que se presta. Pensar la educación para jueces/as que cada vez exigen más conceptos no jurídicos en su aplicación. Es un gran desafío para las escuelas cómo generar los espacios de aprovechamiento de las habilidades emocionales”, sintetizó.
Sol Jouliá, comunicadora en Argentina, marcó la “gran carencia en el sistema educativo de enseñarnos habilidades emocionales”, y afirmó que “en la medida en que me entreno puedo ampliar mi habilidad de escucha y de comunicación”.
Por su parte, Rosana Pia Venchiarutti Sartori, ministra del STJ de Misiones, afirmó: “debemos saber derecho, pero también gestión, comunicación y empatía”. Habló de la necesidad de mejorar la comunicación. “Si no internalizo la postulación del lenguaje claro, no me voy a comunicar nunca. Si sigo diciendo: distracto en vez de se rompió la relación laboral, no estoy sabiendo comunicar”, aseguró, y concluyó: “La comunicación es hoy una de las grandes habilidades que ningún/a juez/a puede darse el lujo de decir que no le hace falta”.
Tras un intercambio de reflexiones entre las expositoras, la actividad fue cerrada por Armando Andruet, presidente de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, quien agradeció a las expositoras y reflexionó: “El acto de juzgar es profundamente humano. A veces dimensionamos con algún error que nuestra gestión en los actos de juzgar es la de resolver problemas morales de los ciudadanos con instrumentos jurídicos. Si eso es así, hemos prestado más atención al instrumento jurídico (la ley y los códigos) que a la sustancia, que son los problemas morales que atendemos con esos instrumentos”. “Entonces nos faltan definitivamente entrenamientos morales. Esta falta no está en nuestro abecedario judicial, y es factible preguntar qué pasó que no pusimos esas letras en ese abecedario”, concluyó.